Back to the Future

Nos pasamos todo el día pensando en el mañana, preocupados de lo que pasará para prevenir los acontecimientos.

No somos conscientes que el día se pasa y no lo hemos vivido, pues estamos intentando vivir el día siguiente.

Esto me recuerda al poker. Se reparten las cartas, y empiezas a pensar no en las tuyas, sino en las de los demás. ¿qué les habrá tocado? Estudias sus gestos, sus miradas, sus tics inconscientes que ni saben que tienen. Toca apostar. ¿Apuestas por tus cartas o por las de los otros?
Si te han tocado muy buenas cartas está claro lo que hay que hacer, pero y si no es así, ¿te tiras un farol?
Lo que piensas tú también lo están pensando los demás, así que hay que tener sangre fría y actuar.
¡Lo juego todo! ¿Ganaré? Quien sabe.

Pasamos la vida preocupándonos por el futuro, planeándolo, intentando predecirlo, pensando que saber como será nos ayudará, pero el futuro cambia constantemente. El futuro es el hogar de nuestros miedos y nuestras esperanzas, pero algo es seguro, cuando por fin se revela, el futuro, nunca es como lo imaginábamos, porque ni somos adivinos ni somos magos, simplemente somos lo que somos.



Día 56. Año 0.