Tijeras

 ¿Sabes cuando te sientes que no haces lo que verdaderamente quieres hacer?
Normalmente esto nos pasa a diario. Parece que estemos movidos por unos hilos de seda finos y transparentes y manejen todo lo que hacemos. Bueno, más que controlar a lo que me refiero es que al final hacemos todos lo mismo, ¿quién nos imponen las normas ? Parece que nos quieran llevar a todos por el mismo camino, pero a lo mejor a mi no me gusta ese y prefiero coger el de en medio.

Unas normas mínimas de conducta son, creo, necesarias, para la vida en ésta, nuestra comunidad humana, pero hay como una ley no escrita por lo cuál, cuando te la saltas, te miran mal o creen que eres un bicho raro. Pero, ¿lo soy yo o lo son ellos? Depende con los ojos que se vea.

Cuando tomas decisiones, que hay que tomar todos los días por cierto, las tomas y te arriesgas a equivocarte, pero al fín y al cabo las tomas tú. Para rectificar siempre se está a tiempo, pero ahí viene lo bueno, porque de repente te surge esa fuerza a la que antes me he referido en la que te preguntas, ¡... ya, pero que dirán! (pues tonterías, ¿viven ellos mi vida o lo hago yo?)

Creo que me declaro totalmente inconformista con la forma de actuar que tenemos en general. Parecemos pájaros en una jaula, que nos dicen cuando comer y cuando dormir, y si no es así, a lo mejor ni comes ni duermes.

No me refiero a la anarquía en sí, pues creo que eso tampoco mola, pero sí en decisiones personales que afectan sólo a planetas en concreto.

Ojalá encuentre esos malditos hilos y los pueda cortar con la tijera, que es mi vida, y pueda al fín pensar que ya puedo pensar, pero libre de hilos.


Un inconformista.


Día 19. Año 0,