viernes, 6 de mayo de 2011

Jaque

Jugamos continuamente una partida de ajedrez. Vas haciendo movimientos y vas trazando tu ataque o tu defensa, según te convenga. En la guerra hay veces que una buena defensa es mejor que un buen ataque.

Tenemos a los peones, que son los que caen primero, pero que también abren hueco en las lineas enemigas. En segunda fila las torres, con movimientos verticales y horizontales. Los caballos, con su movimiento elegante y pudiendo saltar fichas. Los alfiles, siempre en diagonal, y las más importantes, la reina, siempre con movimientos libres, como una mariposa, y el viejo rey, moviéndose lento como los caracoles.

La cuestión es que el si te comes al rey ganas la partida. El rey denota poder, por eso el afán de todas las demás es ir a por él.
Siempre intentará huir de su muerte, evitando el jaque mate.

Siempre me ha gustado jugar con las negras, pero ahora me dicen que juegue con las blancas, y yo me pregunto: ¿ por qué? Yo no quiero cambiar las fichas, si no te gustan las tuyas vete a otro tablero, yo estaba jugando primero. Pero bueno, me toca jugar con las blancas, así que lo haré, también son fichas, y son el mismo número, sólo es cuestión de una buena estrategia.

Y así es el día a día, viendo que ficha mover para que no te coman al rey.
Estaré en jaque, pero no en jaque mate, porque mientras hay vida hay esperanza. Me encuentro vivo y con muchas ganas de luchar, mi ejercito de blancas sabe moverse, además, no depende el color, sino  la mano que las mueve.


Día 9. Año 0.

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