sábado, 14 de mayo de 2011
Taller
El taller es aquél lugar donde se arregla algo que está roto o defectuoso.
Conocemos muchos sitios así: el de los coches, el de telefonía, el de televisores... vamos, un montón.
Pero nosotros también pasamos por ellos. Le cambian el nombre, yo creo que por diferenciarnos, y los llaman hospitales, pero es lo mismo. ¡Esa es la grandeza del lenguaje!
Cuando entras, primero tienes que rellenar el parte. Después pasas un chequeo con el perito (enfermero ó médico), el cual evalúa cual es la importancia del mismo. Te hacen fotos (radiografías), te miden las revoluciones (tensión), miran el nivel de aceite midiendo con la varilla (analítica), las luces (ojos), ventanas (oídos),...
Una vez realizada toda la revisión, pasas a una segunda fase. En ésta ya te dicen si te arreglan en el momento o que pidas cita previa. Si es la segunda opción no mola, porque dices, ¡ a ver si se va a estropear más...!, pero es que no te queda otra.
No aceleras para que no se resienta, siempre a bajas revoluciones. ¡Cuidado no pilles un bache!, ¡a ver si me va a fallar el motor de arranque antes de que me den cita..!
Pero llega esa llamada que has estado esperando como agua de mayo:
-Hola, ¿fulanito de tal?
- Sí, soy yo.
-¿Podría traer-se el día tal a las nueve?
- Por su puesto.
- No le eche gasolina al coche, recuerde, por lo menos doce horas antes de traer-se.
- Uf, bueno vale.
- Adiós.
- Adiós.
Ya estamos en la tercera y definitiva fase.
Otra vez vuelves a rellenar otro formulario, te vuelven a ver los peritos y otra revisión más antes de pasar al taller.
Ya estás en el taller. Los mecánicos empiezan a tocar todo, incluso lo que está bien, pero bueno ellos sabrán, ¿no?. Otra vez mediciones y comprobaciones hasta que deciden que van a medir los gases, y a partir de ahí ya no te acuerdas de nada.
Cuando te sacan del taller piensas que estás peor que entraste y empiezas a acordarte en la familia de los mecánicos. Pero , ¿por qué me han tocado las ruedas si era lo poco que estaba bien?
Moraleja: ¡Somos coches!
¡Ánimo!
Día 17. Año 0.
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