domingo, 10 de julio de 2011
Deporte
Hoy a sido un día de deporte. El cuerpo me pedía hacerlo, eliminar toxinas y relajarlo.
La paliza que me he dado no ha estado mal, bicicleta y piscina.
No he sido nunca un forofo del deporte, y no lo hago para ponerme fuerte ni nada parecido, lo hago para relajar este cuerpo serrano que hay veces que está más contraído y tieso que la mojama. Pero viene bien, te centras en lo que estás haciendo y solo piensas en ello, las inquietudes y problemas los dejas aparcados en el punto de partida.
Hay veces que no sabes que cansa más, si el ejercicio físico o el mental. Yo, sinceramente, tengo mis dudas, pues hay veces que llego a la cama con tal cansancio sin haber hecho nada de deporte, bueno, sin contar el que puedo hacer con el pequeño gran Satélite, que caigo en barrena. Y la cuestión es que me levanto como si una apisonadora hubiera pasado por encima de mí.
No es que me haga falta dormir mucho la verdad, no se si es porque estoy acostumbrado a madrugar para poner las calles en la urbe o por que ka centralita de la azotea se enchufa muy rápido, pero la cuestión es que yo con cuatro horas ya estoy listo. Tambien es cierto que una pequeña siestecit no está mal en esos casos pero bueno.
Antes dormía un montón. Podía pasarme en la cama doce horas y tan a gusto, pero es que ahora, según abro el ojo tengo que levantarme, por que soy incapaz de estar despierto en la cama. He llegado incluso a casi no salir de la cama en un fin de semana, solo lo justo para las cosas necesarias, y tan ricamente.
Será lo que será pero es lo que es.
Día 62. Año 0.
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