miércoles, 13 de noviembre de 2013

FÍN



Sigue el viaje. Ya no se ni a la distancia que me encuentro de vosotros, el contador dejó de avanzar llegado un tiempo. Pero sigue el viaje. Creo que ha llegado el momento definitivo de dejar de escribir en éste cuaderno de bitácora pues con el tiempo hace que no lleguen con demasiada frecuencia, y he de prestar atención a los nuevos retos que se presentan ante mí.

Con la nave aún estropeada, aunque realizo alguna mejora, no tengo tiempo de escribir, y sería falso conmigo mismo si mantengo ésto por más tiempo.

Hecho la mirada atrás y veo los comienzos, con miedos pero convencido Y ese convencimiento se convirtió en ilusión y la ilusión en desilusión. Y ahora la desilusión se ha convertido en lo que es la nave, un trasto viejo viajando a los confines del universo.

En el viaje se ven cosas maravillosas que he intentado transmitir a través de aquí para poder compartirlas con aquellos que han estado siguendo esta aventura sideral, pero la antena de la nave desapareció y ni siquuiera se si éste mensaje llegará, pero quiero deciros que ha sido interesante, divertido y, porqué no, necesario poder contar el día a día.

 Seguiré escribiendo, pero ésta vez con papel y lapiz.

Adiós amigos. Día 135.Año 0. FÍN


martes, 22 de octubre de 2013

Crack!!

Llegó el día. Me asomo a la escotilla deteriorada de la nave y ya no se ve.Crack!! Se agrieta el cristal. Me alejo y sólo veo la inmensidad del espacio, y a la vez no veo nada. Curioso pero cierto.

Debido a la última tormenta de asteroides no controlo la nave y va sin rumbo fijo, sigue el rumbo que decide la gravedad que ejercen sobre nosotros los planetas y satelites que nos encontramos al paso.

En este momento de desconcierto, intentando dar prioridades a las cosas que tengo que arreglar, y esperando que pueda bajar un poco la velocidad que lleva la nave para poder hacer un paseo espacial para arreglarel timón y poder controlar el rumbo de la nave, sólo puedo escribir en éste cuaderno de bitácora, el cuál leo de vez en cuando comprobando la cantidad de cosas que han pasado y recordando el camino.

Atrás dejo al planeta azul, y ya no se ve.

Me siento ni siquiera un punto en este mar de estrellas, indefenso ante los golpes de rocas y basura espacial, metido en un espacio reducido y del cuál no puedo salir y abandonar.

Me vuelvo a asomar, pero no, no se ve.

Una canción de octubre.





Día 134. Año 0. Fín de la emisión.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Viaje

Pobre nave espacial. Aquí está, abandonada por éste, el que está al mando de la ella.
He estado haciendo retoques y no he podido escribir es éste cuaderno de bitácora. ¿Contar? Muchas cosas, unas que si podría poner aquí,  pero otras no, y son la mayoria.

He tenido turbulencias, lluvia de meteoritos, tormentas solares...Estoy cerca de salir del Sistema Solar y eso se nota. En ésta fase es lo normal, o por lo menos es lo que intento pensar, Supongo que después de la tormenta llega la calma. Será entonces cuando tenga que hacer una exploración al exterior para ver los daños que estos elementos han causado en  la nave y repararlos.

Sigo mirando a traves de la escotilla y veo, ya muy pequeño, a ese bonito planeta azul que dejé dias atrás, años en él. Me conformo con ver en mi ordenador fotos y recuerdos paralizados en el tiempo pero muy vivos en mi memoria y sentirme así mas cerca de él.

La nave sigue su rumbo, un poco mas deteriorada que cuando salió. Pasará por el taller.


                                  

Día133. Año 0

martes, 23 de julio de 2013

Hace calor...

... mucho calor. El asfalto desprende tanta temperatura que parece que la zapatilla se te vaya pegando al suelo. El ritmo es lento, muy lento. Por lo menos para la gente de a pie que se atreve a salir a la calle.
El sonido de las chicharras llega a  limites insospechados. Pasa un coche y te transmite todo el calor que desprende, mientras los ocupantes van con sus ventanillas subidas aprovechando su aire acondicionado. Ellos rien, tú sufres.¡Un autobus!, uff, casi muero. Parece una placa termica que te eleva la temperatura en un momento a 43º.

Hace calor, mucho calor.


Día 132. Año 0.

domingo, 7 de julio de 2013

lunes, 3 de junio de 2013

¿Evolución?



Me asomo a la escotilla de mi nave y veo a lo lejos cada vez más pequeño un planeta azul, roto por masas de tierra como si de un puzzle se tratara. Lleno de contrastes de colores iluminado por el gran Sol, y la belleza de la Luna, silenciosa pero presente.

Parece un punto insignificante en el mar oscuro e infinito del espacio. ¡Pobre infeliz!, se siente el ombligo del universo... Lo curioso del tema es que en él habitan también millones de diminutos planetas, igualmente rodeados de soles y lunas, que hacen que todo gire y gire y gire... Gira la enorme masa azul, giran los planetas que en el conviven y todo da vueltas y más vueltas. Tanto que parece que se estén mareando y no sepan donde ir, si están boca arriba o hacia abajo.

Cuando yo me fui de allí dejé atrás un planeta dispar, con sus contrastes pero con una pequeña visión de futuro, creyendo que lo único que tenía que girar era la gran peonza azul. Pero me equivoqué. Los planetas que en ella vivimos damos pasos hacia atrás, con miedo a un futuro esperanzador y retrocediendo a épocas que ni nuestros abuelos hubieran imaginado.

El miedo es la mayor cadena que nos puedan poner, te inmoviliza, pero lo justo, como a ese pobre animal que lo tienen atado a una cerca para que no se escape.

Hoy mi visión no me gusta. Yo quiero un mundo de posibilidades y con visión a un futuro social, laboral,económico... mejor, no retroceder a momentos que ya conocemos por la historia y que muchos lucharon por cambiarlos.

Mi viaje va llegando a su fin, pues yo quiero ser uno de esos insignificantes luchadores que por lo menos intentaron cambiar lo que tenían a su alrededor.

Vuelvo a casa.

Día 130.Año 0



viernes, 29 de marzo de 2013

Passenger


Hoy hace un día gris y lluvioso en ésta ciudad casi fantasma, pues tanto el clima como los días festivos han hecho que la gente desaparezca de las calles.
Aquí os dejo con Passenger.

Día 128. Año 0.

miércoles, 23 de enero de 2013

Maestro

“Gullito, Mozo de espadas”
La habitación de un hotel, de un hostal, hasta el salón de plenos de un gache cualquiera en penumbra por el sol de justicia de una tarde de verano, cualquier sitio es bueno siempre que exista una silla para poder colocar el vestido de torear. Allí, cual galán, descansa la chaquetilla tabaco y oro, el chaleco y la camisa blanca. En el asiento, sobre la taleguilla de la que cuelgan cuidadosamente los machos, fieles testigos del miedo, reposa la montera que guarda, sigilosamente, las medias de seda rosa, la castañeta, los tirantes, el fajín y el corbatín, conjuntando con los golpes y alamares.
Mientras, susurra bajito la misma canción: "Niño, sube a la suite dos anisettes, que, hoy, vamos a perder los alamares de purísima y oro, Manolete, cuadra al toro, en la plaza de Linares. Un capote de paseo esconde el miedo. 

El matador descansa. Él va y viene. Fuma un cigarrillo. Echa el humo despacio. La mirada perdida. Piensa. Cavila. Repasa. Todo preparado. Queda una corta espera. Suena el reloj: Maestro, la hora.

www.tabacoyoro.com

Hace tiempo un amigo y maestro escribió éste relato taurino. El quedó finalista y yo emocionado.

Día 127. Año 0. 

lunes, 14 de enero de 2013

Año espacial



Hace ya un tiempo que estoy por éste espacio virtual contando mis aventuras galácticas a bordo de mi nave.
Hace catorce días que en el planeta Tierra ha empezado un nuevo año, por lo que os felicito a todos. Yo continúo con mi misión en la cuál los días y los años pasan mucho más despacio. Concretamente es el día 126 del año 0, mientras que cuando empecé la misión era el 2011 allí en la Tierra.

Durante este periodo de tiempo han pasado muchas cosas, aunque sólo son ciento veintiseis días.
Buenos y malos momentos, recuerdos, sentimientos, un sin fín de experiencias y vivencias.

Ayer hizo tres años terrestres una estrella se fue a surcar el espacio en busca de otra estrella, en éste día 126  recuerdo muy bien ese momento. Yo desde aquí veo muchas estrellas, y no se cuál de ellas son pero si se que ellas a mí me ven. Muchas veces veo dos juntas y brillantes y creo que son ellas, y les hablo de mi vida en esta nave y de la misión.

Yo sigo el polvo estelar que van dejando, y recogiendo partículas de ellas para hacer que esta misión llegue a buen puerto.

Hace ya tiempo que partisteis, pero yo os tengo muy cerca.

Recuerdo infinito a mis estrellas.

Día 126. Año 0.